martes, 4 de mayo de 2010

La historia de una zoofílica

Comenzaré presentándome, me llamo María del mar, soy bastante normal, no destaca ni mi altura ni ningún rasgo de mi físico, pero en general me considero atractiva o al menos es lo que me dicen. Tengo el pelo castaño oscuro y ojos marrones, mis pechos son algo pequeños pero a su vez firmes y bien formados. Respecto al cuerpo, soy bastante delgada, la verdad es que me cuido bastante; hago ejercicios a diario e intento comer comida sana, aunque eso es lo que más me cuesta.



Tengo 23 años aunque la historia que voy a contar sobre mis comienzos, es de hace algunos años, cuando tenía unos dieciocho y vivía con mis padres a las afueras de una gran ciudad. La casa era bastante grande, tenía dos plantas y un gran jardín custodiado por un hermoso pastor alemán de pelo largo llamado Roky (ese nombre se lo puso mi hermano, pero como yo lo odiaba, lo llamaba Roc)



Por las tarde pasaba bastante tiempo sola ya que mi madre había empezado a trabajar en la empresa de mi padre en la ciudad y tenía un solo hermano mayor que yo, que casi nunca estaba en casa y que cuando estaba en casa no salía de su habitación. El caso es que a eso de las 4 de la tarde, la casa se quedaba desierta hasta más o menos las nueve y media en que volvían mis padres y mi hermano.



Con tanto tiempo libre me aburría bastante, así que salía a pasear con los perros, chateaba con mis amigas, y cuando no, cotilleaba las cosas de mi hermano. Una tarde fui a mirar el ordenador de mi hermano y empecé a buscar en las carpetas videos guarros cosa que sabía que tenía pues no era la primera vez que lo había visto en su pc.



El caso es que abrí uno de los videos y quede totalmente sorprendida cuando, de repente, apareció una chica montándoselo con su perro… Quedé totalmente horrorizada, en aquel momento me pareció algo despreciable, pensé que no podía ser ser, que sería un montaje. El caso es que lo cerré y no le di más importancia, pero unos cuantos días después me seguía preguntado que si eso podía ser real. Era la primera escena de zoo que había visto.



Luego decidí indagar un poco más, y de nuevo fui al cuarto de mi hermano en una tarde solitaria en busca de aquel video, pero ya no estaba, lo busque durante casi una hora sin éxito, definitivamente lo había borrado.



Decidí desistir y fui a dar una vuelta con mi perro por el barrio, y me preguntaba, mientras miraba a Roc, en que pensaba la chica del video para atreverse a hacer eso con su perro, cosa que me daba a la vez risa y repulsión. Pensaba en si eso sería posible, pero jamás se me pasó por la cabeza hacer tal cosa. Y si se me hubiese ocurrido hubiera descartado la idea al momento.



Siempre he sido bastante abierta en cuestión de sexo, perdí mi virginidad a los 18 años con un chico bastante mayor que yo, al que mis padres amenazaron diciendo que iban a denunciar si se acercaba a mí. Por supuesto, ni se imaginaban hasta donde habíamos llegado, ya que para mis padres soy una inocente y correcta chica. Les decía, yo nunca he tenido tabúes en el sexo, a pesar del cuidado de mis padres con ese tema. Yo me he apoyado en primas mayores que me explicaron en su día algunas cosas sin ningún tipo de reparo, pero incluso con esa amplitud sexual la zoofilia se salía de todos mis márgenes, era totalmente desconocido y por aquellos entonces repulsivo.



Así que pasaron bastantes meses, y visto que no era capaz de quitarme aquellas imágenes de la cabeza, empecé a curiosear en internet. Puse en un buscador “chica con perro cariñoso” aún me río cuando lo recuerdo, ya que en ese momento la palabra zoofilia no estaba en mi diccionario. Buscando y buscando vi varias imágenes de mala calidad y escasa veracidad, sobre todo los anuncios que salen en pequeños, también encontré un foro que decía de la existencia de un canal de charla en el irc sobre zoofilia, después de mes y medio que tarde en aprender a manejar el irc, al fin lo conseguí.



Un día desde el ordenador de mi cuarto accedí al canal, allí había unas doce personas, que lo primero que me preguntaban era qué me follaba, y cuando les decía que nada, dejaban de hablarme. En su gran mayoría eran tíos, pero le mande un privado a una chica, Susana de Nick, y le dije que si le importaba que le hiciera algunas preguntas, a lo que ella respondió que estaría encantada.



Le pregunte qué sentía, que por qué lo hacía, que cómo había llegado a eso. Ella me contestó que no lo hacía por desesperación o enfermedad mental ni mucho menos, si no por placer, que no había placer como el que se siente con un perro. Esas palabras comenzaron a cambiar mi forma de pensar. Seguimos durante horas ella respondía todas mi preguntas gustosamente.



Después de esa conversación bastante calenturienta e intrigante, empecé a masturbarme ya que estaba a mil con la conversación. Fue ahí cuando dejé de ver el zoo como algo asqueroso y empecé a masturbarme fantaseando con mi perro e imaginando las sensaciones que me había contado Susana.



Aunque todo eran fantasías, se convirtió en el tema casi obsesivo de mis masturbaciones, también mantenía relaciones esporádicas con un chico pero como bien me dijo Susana son cosas diferentes.



Así fueron pasando los meses y llegó el verano y con ello las vacaciones, que era cuando tenía todavía más tiempo para buscar en internet. En un foro, escribí solicitando paginas que no fueran de pago y que contuviera videos del tema. Fue otra chica la que de nuevo me ayudó, me mando un privado solicitando mi correo, y posteriormente enviándome uno de los mejores video de zoo que he visto hasta la fecha, lástima que en aquellos entonces borraba todo lo que descargaba tras verlo por miedo a que alguien lo viera como yo hice con mi hermano en su día.



La chica en cuestión se llamaba Almudena y quedo bástate sorprendida cuando le dije que llevaba más de un año fantaseando y que aun había hecho nada, me dio algunos consejos bastante útiles para cuando estuviese lista lo que yo agradecí bastante.



Así que un día sin ni siquiera pensarlo di un paso más, me acababa de dar un baño en la piscina y justo cuando salía del agua mi hermano salía de casa diciendo que le dijera a papá y mama que no volvía a cenar, que llegaría tarde. Así que me senté en una silla para terminar de secarme. Roc vino al momento alegre a saludarme, y a lamer mis piernas pues solo tenía puesto el bikini de baño. Separé un poco mis piernas y empezó a olisquear por la zona de la entrepierna, así que me no pude aguantar y decidí que ya iba siendo hora de algo más, me levante y fui debajo de un pequeño toldo en donde estaría oculta en caso de una visita imprevista. Allí me senté en otra silla, separe las piernas y con el corazón latiéndome a mil me aparte con los dedos la parte de abajo del bikini hacia un lado dejando toda mi vagina al descubierto, Roc se acercó sin prestar demasiada atención, así que me di unos leves tortacitos en mi vagina, esto fue suficiente para captar su atención marcándolo como un objetivo, Roc se fue directo y empezó a lamer.

Un inmenso placer me recorrió el cuerpo, sin darme cuenta arqueé mi cintura desplazando mi vagina mas al exterior de la silla para facilitarle el trabajo a Roc. Podía notar cómo mi vagina se calentaba más y más, y sentía todo el recorrido de su lengua ya que hacía algún tiempo antes empecé a depilarme por completo mi vagina. Mi rosada vulva se mezclaba con su intensa lengua roja.



Guié mi mano derecha entre su hocico y mi clítoris para después separar con dos dedos mis pequeños labios exteriores, dejando todo el esplendor de mi vagina a su lengua; no tardó en intensificar sus lengüetazos, que me llegaban hasta lo más profundo de mi cuerpo, y solo bastaron un par de lamidas para hacerme desvanecer en un intenso orgasmo.



Me incorpore quedando sentada en la silla y esperando que mis gemidos, aunque controlados, no hubiesen sido escuchados por los vecinos. Después me quedé reflexionando en lo que había hecho y me sentí algo mal. Por otra parte, Roc no paraba de olfatearme con ganas de más, así que me fui para dentro de la casa y me di un largo baño volviendo a pensar en lo que había hecho y que por qué debía de sentirme mal si había sido el orgasmo más intenso de mi vida. Cuando recordaba ese momento, sentía de nuevo cómo explotaba de placer, con qué fuerza me aferraba a la silla con la mano izquierda mientras mis piernas se cerraban entorno a la cabeza de mi perro para después estallar en un orgasmo bestial.



Tras tanto pensar, me salí del baño dispuesta a repetirlo, quería sentir otro igual, pero ya era tarde y mis padres estaban por llegar y aunque siempre se escucha la cochera de abrirse, no quería sorpresas, así que volví a encerrarme en el baño y me alivie masturbándome con el mango de un cepillo bastante apropiado.



Por la noche no paraba de darle vueltas, y aunque exhausta por la tarde que había tenido me relaje escuchando música, y pensando en cuando lo repetiría. A la mañana siguiente cuando me levante fui a desayunar y mi madre me dió la noticia de que ese día llegaban mis primos u que estararían una semana, (me lo había dicho hacía un mes pero lo había olvidado por completo) así que me di cuenta de que no iba a volver a sentir la lengua de Roc hasta dentro de una semana.



Al final la semana, que se convirtió en 15 días, nos fuimos con ellos a la costa otros 15 días, salía con mi prima y me lo pasaba bastante bien, por supuesto no hablé del tema con ella ni con nadie (hasta el día de hoy sigo sin hacerlo)



Cuando por fin volvimos a mi casa y por fin volvimos a la rutina, dediqué mi tiempo a que el pequeño recuadro del jardín techado se convirtiera en nuestro lugar favorito. Yo seguía preocupando de que mis jadeos se oyeran más allá de lo debido, así que cambiamos de lugar y nos metíamos en un pequeño sótano que se usaba de trastero, había un sofá viejo que sostenía mi cuerpo en innumerables orgasmos. Solo dejaba que me lamiera por miedo a su bola que había leído en internet que te podías quedar pegada a él cosa que no quería.



Fueron varias sesiones de sabrosa lengua, a lo largo de unas semanas, aunque como siempre veía que él se quedaba con ganas de más, un día decidí poner mi mano en forma de hueco e introducir su pene en el hueco de mi mano, para que así el disfrutara. Fue increíble, aunque ya había visto su pene fuera de su funda algunas veces, nunca como esa vez. Empezó a moverse como loco se subió en mi rodilla y me tiro al sofá sentada y moviéndose sobre mi rodilla, a su vez yo le pajeaba. Él empezó a chorrear una sustancia blanquecina más clara y liquida que el semen del hombre. Yo ardía ya para entonces, tenía su bola formada y no paraba de lanzar pequeñas salpicadas de ese liquido que tanto aprecio ahora.



Escuche la cochera y me di un susto de muerte, me dio tiempo para salir tranquilamente del trastero y a Roc a volver a enfundar su pene, pero ese momento me acojono bastante, así que todo quedo ahí.



Ya a mediados de verano las ocasiones iban disminuyendo ya que mis padres pasaban más tiempo en casa, así que la cosa se reducía a alguna lamida de vez en cuando. Hasta que un día mis padres me dijeron que se iban una semana al apartamento de la playa, mi hermano estaba en el extranjero, así que iba a estar una semana sola a lo que mis padres les costó asimilar. Argumentaron que era joven para quedarme sola en casa, ya tenía casi 18 años pero cosas de mis padres…



El caso es que ya tenía bastantes planes para esa semana y uno de ellos, el más importante incluía a Roc. A la mañana siguiente despidiendo a mis padres, lo último que dijo mi madre fue que no dejara entrar a Roky en la casa, “claro mama, claro” respondí yo, dibujando una leve sonrisa en mi cara.



Nada más irse, me puse a ver la tele. Por su puesto dejé la puerta del jardín abierta con lo que Roc inmediatamente entró y se tumbó en el suelo a mi lado. Dejé pasar un par de horas por si mis padres se volvía a por algo olvidado, el corazón le latía a mil, por las cosas que tenía pensado hacer, ¿me dolerá no me dolerá?, ¿me entrara toda?, hasta ese momento lo más lejos que había llegado era dejar que me lamiera y fue fantástico, así que en el trascurso de un par de horas llamé a mis padres con la excusa de preguntarle donde estaba algo con el fin de confirmar que ya estaban allí.



Cuando confirmé que estaban lejos, me libere de mis braguitas quedando solo con una camisa larga, separe mis piernas y empecé a masturbarme. Roc se levantó y metió su hocico entre mis piernas, debió extrañar un poco el sitio pues estaba habituado en el trastero o en el jardín pero no pareció disgustarle el salón.



No tardé en sentir su lengua en mi vagina, mis muslos ya presionaban su cabeza y Roc más intensamente lamía y un sonido algo ruidoso delataba que yo cogía aire de una forma desesperada. No tardé mucho en llegar al orgasmo, pues su lengua una vez más volvía a llegar hasta donde no llega ninguna otra, lo cual se tradujo a un orgasmo con ya unos despreocupados gemidos. Tomé unos segundos para relajarme y coger fuerzas pues decidí que ya era hora de hacer realidad mis fantasías y sin pensarlo dos veces, me levanté del sofá y me arrodillé en el suelo y me incline hacia delante, aún se me acelera el corazón al recordarlo así que, imagínense, en aquel momento me temblaba todo.



Roc no tardó demasiado en entender mi postura y enseguida tras un leve olfateo comenzó a trepar. En ese momento recordé que no le había puesto los calcetines de lana como me recomendó Almudena pero ya era demasiado tarde mi excitación no me permitía pensar en nada de eso, solo quería sentir su pene dentro de mí, sentir su semen recorriéndome. Empezó a dar leves embestidas sin tener mucho acierto, bajándose al momento, yo lo alentaba con voz suave y entrecortada. Otra vez se volvió a subir y yo, en la postura de perrita, miraba con mi cabeza entre mis piernas una leve punta roja intentando hacer diana, así que, como había visto en muchos videos, la agarré con mi mano y la guié hacia la entrada de mi vagina para que me penetrara. En cuanto notó el calor de mi vagina dio una tremenda embestida que me hizo apoyar la mano que guiaba su pene en el suelo para poder aguantar,



Daba enormes sacudidas que, aunque dolían un poco, eran tremendamente placenteras y de repente se salió, yo estaba descontrolada la quería otra vez dentro quería que se corriera dentro, no paraba de gemir incluso cuando no me penetraba,



Así que se volvió a subir y yo la agarré firmemente, esta vez no era solo una puntita roja era algo más, aunque todavía no estaba en todo su esplendor. Lo volví a guiar hasta la entrada aunque esta vez fue más brusco ya que su pene era algo mayor y su bola se estaba empezando a hinchar, esta vez me dio tal embestida que me desplazo hacia delante, intente incorporarme ya que me dolía bastante pero no podía parar, tanto placer me tenía sin fuerzas, notaba su pene dentro de mí hinchándose más y más, y su bola en mi interior y yo no paraba de gemir descontrolada, ya no pensaba si me dolía o no, solo disfrutaba como nunca.



No podía decir nada, solo gemía hasta que de repente, pararon las embestidas y ambos nos relajamos un poco, sentía palpitaciones no sé de donde procedían, si de mi vagina o de su verga, pero supongo que sería de su pene. Sentía cómo se vaciaba dentro de mí. Pensaba en hasta cuando estaría abotonada a él, no había suficiente aire en el salón para mí, sólo respiraba a bocanadas entre gemido y gemido de pronto Roc empezó a tirar, yo le decía Roc no, quieto, y conseguía contenerlo, yo volví a tener otro orgasmo sintiendo su pene dentro de mí y sabiendo que me estaba inundando con su semen.



De nuevo empezó a tirar y esta vez no bastó el “quieto Roc” tiró bastante fuerte, moviéndome a mí también así que yo apreté un poco los músculos de mi vagina para intentar expulsar aquella tremenda verga y su bola. Sonó un ploff y me giré quedando tumbada en el suelo viendo su verga; era increíble que haya tenido eso entero adentro. Cuando vi el nudo me toqué para ver como estaba, noté cómo recorría su semen mis paredes buscando una salida, así que como pude me puse en cuclillas y volví a apretar mi vagina, salió una cantidad enorme de semen, no daba crédito a tal cantidad, y con mi mano puesta notaba como poco a poco mi agujerito tomaba su tamaño original.



Esa semana fue increíble le dejaba que me montara todos los días incluso dos y tres veces al día, no siempre quedaba abotonada, la verdad es que lo conseguí el primer día y después no lo volví a lograr hasta el tercero, pero es lo más placentero que existe sentir cuando te libera y la cantidad de semen que brota de mi vagina,



Siguió pasando el tiempo y llegue al punto de que mantenía relaciones completas con mi fiel amante Roc, llegué a practicar sexo oral, me tragaba su semen, me encantaba, también tuve una relación formal con un chico durante un año y medio y jamás le conté nada, ni sospechó nada, pero al final me fui de casa para estudiar en la facultad, y ahora vivo de alquiler con dos compañeras más, así que como al principio solo me queda la imaginación pero esta vez recordando las experiencia propias.



De vez en cuando voy a mi casa pero ya es más difícil, además Roc está ya algo mayor

Hola: si quieres compartir algo conmigo, fotos, dibujos, historias, etc, escríbeme a lulunaluna@gmail.com. También me dices si quieres que lo publique y bajo qué seudónimo (me reservo el derecho de edición)

0 comentarios:

Publicar un comentario

todos los mensajes son revisados antes de ser admitidos

planetaperu.pe estamos en
PlanetaPeru.pe